La imputabilidad medico-legal es la base de la posibilidad de considerar al alguien responsable de una acción ilícita.
Imputabilidad deriva del Latín «Imputo, as, are» que significa atribuir algo a alguien.
En Medicina Legal, se dice que alguien es imputable cuando conserva inteligencia y voluntad suficientes como para realizar un acto y que este le sea legalmente atribuible.
Se pierde la imputabilidad medico-legal para una acción cuando, por ejemplo, se carece de inteligencia para realizarlo, por razón de enfermedad mental.
Puede estar restringida la imputabilidad para una acción si el sujeto conserva parte, pero non toda, la inteligencia y voluntad necesarias para comprender la ilicitud de la acción y determinarse libremente para la misma.
La imputabilidad es un concepto médico-legal, mientras que la responsabilidad es un concepto jurídico.
Por este motivo, se suele pedir a los peritos medico-forenses que se pronuncien sobre el grado de imputabilidad de una persona para una acción concreta, no sobre su responsabilidad, la cual será determinada por los Jueces o Tribunales.
Son dos conceptos (imputabilidad y responsabilidad que es necesario tener en cuanta a la hora de cualquier informe pericial sobre enfermedad o trastorno mental.